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El último día de Fernanda (Cuento)


Ella era preciosa. Cabello largo y rojo, ojos coquetos y una sonrisa que adornaba su ya perfecta cara. Ese martes ella llevaba su falda azul y camisa rosa. ¡Como me encantaba esa combinación! Su nombre era Fernanda, pero todos le decíamos ‘Señorita Díaz’. Era la maestra de Astronomía Remedial más hermosa que haya existido.

- Saquen su libro y ábranlo donde nos quedamos las semana pasada.

Yo no podía dejar de verla. Ella era perfecta. Todo lo que había deseado en una mujer. Lista, divertida, muy guapa y lo mejor, amaba la Astronomía tanto como yo.

- De acuerdo con el Doctor Elidoro la morfología de los cometas ¿puede ser analizada bajo que modelos?

- El modelo Whipple, El modelo Monnton de grava, y la constitución del núcleo - respondí rápidamente

- Muy bien señor García, se ve que usted leyó la lección.

Como me encantaba cuando pronunciaba mi nombre. La clase continuó desde ese gran auditorio, donde mi presencia se confundía con otros 150 alumnos. Pero nadie veía a Fernanda como yo. Sabía que sus padres eran de Barcelona, pero que ella era mexicana. Sabía que era adicta al café negro, que no fumaba y que había estado casada con el Dr. Scott Lerry, el astrónomo ingles más reconocido actualmente.

- Muchachos, hoy les tengo un par de noticias importantes. Como ya les había comentado aplique para la beca de investigación que otorga Oxford, y pues, están viendo a la próxima delegada de Latinoamérica en el departamento de Astronomía de Oxford en Inglaterra.

El auditorio estalló en aplausos. Todos estaban contentos pues era un gran honor. Yo no sabía que sentir, estaba feliz por ella, pero estaba triste porque ahora se iría lejos de mí.

- Gracias, gracias muchachos. Bueno, la otra noticia es que me solicitan en el departamento cuanto antes para unos cursos, así que me iré el próximo lunes para estar en Londres la siguiente semana. Eso significa que no estaré para las ultimas clases, pero no se preocupen, el Dr. Saldívar me reemplazará para en las ultimas lecciones.

¿No se preocupen? ¿No se preocupen? ¿Qué sucedía? La belleza de Fernanda iba a ser remplazada por las aburridas clases de Saldívar. Esto no podía estar pasándome. Sonó el timbre. Todos salieron del auditorio para dirigirse a la otra clase. Yo me quedé un momento más. Quería despedirme de ella.

Fernanda empezó a borrar el pizarrón. Poco a poco las formulas para calcular la densidad del sol empezaron a desaparecer bajo los leves movimientos de su muñeca. Este era el momento, tenía que decirle lo que sentía, antes de que ella se marchara para siempre.

- ¿Srita. Díaz?

- ¿Qué pasa Sr. García?

- Nada importante. Solo quería decirle una cosa.

- Perdón, pero ¿le importaría ayudarme un poco? Necesito darme prisa y recoger todo. Le prometo escucharlo mientras usted borra el pizarrón.

- No se preocupe. - ¿Quién se podía negar a esa sonrisa?

Me entrego el borrador y continué la labor de borrar la lección de hoy. Ella ordenó sus papeles y acomodaba todo en folders de colores.

- Y ¿está emocionada por la beca?

- Mucho. Estoy muy entusiasmada. Llevo años tratando de tener una buena excusa para regresar a Londres. Amo Londres. Además es todo un honor trabajar en el departamento de Astronomía de Oxford…

La conversación siguió sin que nos diéramos cuenta. Me contó de sus metas, sus sueños. Me platicó de su interés por vivir en Inglaterra. De cuando antes vivía ahí. De Scott Lerry. De su hermana mayor. Esa tarde conocí a Fernanda como ningún otro estudiante en mi universidad.

- … por eso me especialicé en Astrofísica. ¡Pero mira la hora! Que tarde es. Me tengo que ir. Un gusto haberle dado clases señor García. No deje de estudiar como hasta ahora.

Y así es como se fue de mi vida, sin que me diera tiempo de despedirme, sin decirle cuanto la quería. Fernanda, la mujer que responsable de mi amor por las estrellas y constelaciones, por el espacio y los planetas.

Hoy, 10 años después, aún guardo ese borrador como un memento de aquel ultima día que platique con Fernanda. Hace unos años leí un artículo en una revista americana acerca de ella. Había ganado un premio o algo así. Solo recuerdo que el Dr. Lerry aparecía también en la fotografía.

Ese borrador esta guardado en mi cajón. Lo veo cada vez que se me olvida porque estudie esta carrera. Cuando necesito alejarme del estrés del trabajo y recordar los tiempos de cuando era un iluso estudiante. Veo ese borrador y recuerdo a Fernanda.

Carlos E. García

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